lunes, 23 de enero de 2012

Ensayo

Ensayo: “El tipo de profesor que quiero ser”


Desde la enseñanza básica que he admirado y  valorado la labor de el profesor, ya que ciento que son personas sumamente importantes en la vida de cada uno de nosotros, al hacer que de a poquito fuéramos aprendiendo cosas nuevas para ser cada día mejores.

Desde muy chiquita soñaba con ser profesora, de hecho cuando pequeña jugaba a que yo era la profesora y mis amigas eran las estudiantes, yo les colocaba notas, les revisaba sus tareas, etc. Jamás un profesor me recomendó que carrera seguir, pero ciento que indirectamente influyo en mí seguir esta hermosa y respetada profesión que es la pedagogía. Pero ¿Qué es la pedagogía? Joseph Joubert “Es aprender dos veces”, y Rubén Alves dice “Es un ejercicio de inmortalidad”.

Creo que ha sido una muy linda experiencia estar estudiando esta carrera, cada día me esfuerzo mas, para llegar a ser una gran docente, sé  que falta mucho aun, esto recién comienza, pero como dicen algunos profesores “el tiempo pasa volando, ni cuenta se darán cuando vayan en quinto  y estén por terminar la carrera”.

Cada día que pasa me doy cuenta que soy muy capaz de enfrentar este reto, de que voy a salir muy bien preparada, motivada, abierta a los cambios, desafíos, involucrándome cien por ciento y de forma responsable, conociendo y asumiendo la importancia de mi actuar y las consecuencias que puedo provocar en mis futuros alumnos, y por supuesto capacitándome ya que hoy en día es muy necesario por que vivimos en un mundo donde avanza todo de manera muy rápida. 

El objetivo principal para mi como profesora, es entregarle a los niños las herramientas necesarias para que desarrollen sus capacidades en forma positiva, para que sepan enfrentarse a la sociedad, a través de los valores y la moral,  como dice Albert Einstein “El mas importante esfuerzo humano está en alcanzar moralidad en nuestras acciones. Nuestro balance interno e incluso nuestra misma existencia dependen de esto. Solo moralidad en nuestras acciones puede dar belleza y dignidad a la vida. Hacer de esto una fuerza vital y llevarlo a clara conciencia es quizás la mas importante tarea en la educación.” Noviembre de 1950.



Dice Savater «...en cuanto educadores no nos queda más remedio que ser optimistas, ¡ay! Y es que la enseñanza presupone el optimismo tal como la natación exige un medio líquido para ejercitarse. Quién no quiera mojarse, debe abandonar la natación; quién sienta repugnancia ante el optimismo que deje la enseñanza y que no pretenda pensar en qué consiste la educación. Porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de sabe que la anima, en que hay cosas, (símbolos, técnicas, valores, memorias, hechos...) que pueden ser sabidos y que merecen serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento...» (Pág. 18)(12)

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