Ensayo: “El tipo de profesor que quiero ser”
Desde la enseñanza básica que he admirado y valorado la labor de el profesor, ya que ciento
que son personas sumamente importantes en la vida de cada uno de nosotros, al
hacer que de a poquito fuéramos aprendiendo cosas nuevas para ser cada día
mejores.
Desde muy chiquita soñaba con ser profesora, de hecho cuando
pequeña jugaba a que yo era la profesora y mis amigas eran las estudiantes, yo
les colocaba notas, les revisaba sus tareas, etc. Jamás un profesor me recomendó
que carrera seguir, pero ciento que indirectamente influyo en mí seguir esta
hermosa y respetada profesión que es la pedagogía. Pero ¿Qué es la pedagogía? Joseph
Joubert “Es aprender dos veces”, y Rubén Alves dice “Es un ejercicio de
inmortalidad”.
Creo que ha sido una muy linda experiencia estar estudiando
esta carrera, cada día me esfuerzo mas, para llegar a ser una gran docente, sé que falta mucho aun, esto recién comienza,
pero como dicen algunos profesores “el tiempo pasa volando, ni cuenta se darán
cuando vayan en quinto y estén por
terminar la carrera”.
Cada día que pasa me doy cuenta que soy muy capaz de
enfrentar este reto, de que voy a salir muy bien preparada, motivada, abierta a
los cambios, desafíos, involucrándome cien por ciento y de forma responsable,
conociendo y asumiendo la importancia de mi actuar y las consecuencias que
puedo provocar en mis futuros alumnos, y por supuesto capacitándome ya que hoy
en día es muy necesario por que vivimos en un mundo donde avanza todo de manera
muy rápida.
El objetivo principal para mi como profesora, es entregarle
a los niños las herramientas necesarias para que desarrollen sus capacidades en
forma positiva, para que sepan enfrentarse a la sociedad, a través de los
valores y la moral, como dice Albert
Einstein “El mas importante esfuerzo humano está en alcanzar moralidad en
nuestras acciones. Nuestro balance interno e incluso nuestra misma existencia
dependen de esto. Solo moralidad en nuestras acciones puede dar belleza y
dignidad a la vida. Hacer de esto una fuerza vital y llevarlo a clara
conciencia es quizás la mas importante tarea en la educación.” Noviembre de
1950.
Dice Savater «...en cuanto educadores no nos queda más
remedio que ser optimistas, ¡ay! Y es que la enseñanza presupone el optimismo
tal como la natación exige un medio líquido para ejercitarse. Quién no quiera
mojarse, debe abandonar la natación; quién sienta repugnancia ante el optimismo
que deje la enseñanza y que no pretenda pensar en qué consiste la educación. Porque
educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de
aprender y en el deseo de sabe que la anima, en que hay cosas, (símbolos,
técnicas, valores, memorias, hechos...) que pueden ser sabidos y que merecen
serlo, en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del
conocimiento...» (Pág. 18)(12)
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